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Sunday, July 18, 2010

Se estrecha el cerco internacional




Antonio Sánchez-García

ND

Julio 18, 2010
Nada sería más gravoso para el país y más peligroso para el presidente de la república que combinar el avance indiscriminado hacia el comunismo – por el que salvo Cuba y Corea del Norte nadie apuesta un centavo – con la decisión de romper todos los puentes con la comunidad internacional. Con un frente interno en su fase de mayor acumulación de fuerzas y a escasos sesenta días de un proceso electoral, alcanza el peligroso grado de su mayor fragilidad. No le alquilo las ganancias.

Ni una sola protesta salió de los labios de los representantes del socialismo nicaragüense, ecuatoriano, uruguayo, argentino o brasileño presentes en una de las salas de sesiones de las Naciones Unidas en que la plenaria de la Internacional Socialista decidiera emitir y aprobar un informe condenatorio del gobierno del teniente coronel Hugo Chávez. Nadie alzó su voz a favor del régimen presidido por el teniente coronel. Ni siquiera los representantes sandinistas ni los del Farabundo Martí. Ni los del PT brasileño, los del socialismo uruguayo o argentino. Muchísimo menos del socialismo chileno, cuyos dos representantes – Sergio Bitar, presidente del PPD y Fulvio Rossi, presidente del PS – lo defienden en el senado chileno. Del resto, quien calla, otorga.

Ciertamente, no fue unánime el voto de la resolución del Senado chileno de este martes 13 de julio exigiendo velar por la transparencia del proceso electoral de los venideros comicios del 26 de septiembre. Pero su mayoría fue verdaderamente aplastante. 15 votos a favor, entre los cuales los de la bancada de la DC y el PS, aliados de la Concertación, y los de Renovación Nacional y la UDI, partidos de gobierno. Y tres en contra. Con una particularidad notable: entre los votos aprobatorios estuvo el de la hija del presidente mártir, el socialista Salvador Allende. ¿Alguien, que no fuera el obtuso presidente de Venezuela, podría acusarla de “pinochetista”?

Más prueba de la unanimidad que comienza a extenderse por el mundo respecto de los atropellos que se cometen en Venezuela, imposible. En el mismo sentido se expresarán sin duda los parlamentos de España, Brasil, Argentina, Perú, Colombia, Uruguay, Guatemala. Representantes de los cuales – diputados y senadores – firmaran el pasado 15 de junio la DECLARACIÓN DE CARACAS.

La decisión del presidente Álvaro Uribe, que deja dentro de pocos días el gobierno de su país con los más altos niveles de popularidad en la historia de la democracia colombiana, de llevar a la Asamblea Permanente de la OEA el tema de la presencia de las FARC en Venezuela, constituye un paso más hacia el cierre del cerco del aislamiento internacional del régimen imperante. Chávez y el chavismo se ven reducidos a los últimos bastiones de sus más estrechos aliados. Mendicantes y menesterosos al extremo de depender de los subsidios entregados por el régimen. O negociantes inescrupulosos, como los miembros de la dinastía peronista de los Kirchner, con su corrupta diplomacia paralela, o pescadores en río revuelto, como el saliente Lula da Silva, fundador del Foro de Sao Paulo. No serán eternas estas alianzas: cuando se acaben las becas, se acabará el noviazgo. Chávez comienza a quedarse literalmente solo.

Es un hecho que reviste particular gravedad. Jamás antes un gobierno venezolano estuvo más aislado internacionalmente. Y un presidente venezolano contó con una oposición internacional de tamaña magnitud. A la que se ha unido, sin duda ninguna, la diplomacia vaticana. El gobierno ha optado por enfrentarse a la Iglesia, al senado chileno, al gobierno colombiano. A los Estados Unidos y sus más sólidos aliados, como Israel. Sólo cuenta con el respaldo de Cuba. ¿Es un respaldo incondicional? Cabe hacerse la pregunta, ante la notable mejoría de las relaciones entre la iglesia y el nuevo gobernante cubano, que intenta destrabar sus relaciones con Europa y la comunidad internacional..

Nada sería más gravoso para el país y más peligroso para el presidente de la república que combinar el avance indiscriminado hacia el comunismo – por el que salvo Cuba y Corea del Norte nadie apuesta un centavo – con la decisión de romper todos los puentes con la comunidad internacional. Con un frente interno en su fase de mayor acumulación de fuerzas y a escasos sesenta días de un proceso electoral, alcanza el peligroso grado de su mayor fragilidad. No le alquilo las ganancias.

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